Otro caso de Tortura en democracia Documentado: Roberto Painemil

La tortura como "método" para llevar a prisión a los mapuche:

Roberto Painemil Parra pasó más de un año en prisión en la cárcel de Lautaro debido a que bajo tortura, se autoinculpó de un delito de incendio. En el juicio oral realizado en mayo de 2008, el tribunal escuchó el relato de la tortura. Defendido en el juicio oral, entre otros abogados, por el ex juez Juan Guzmán, Painemil fue declarado inocente de ese cargo y sólo se le mantuvo una acusación menor que le permitió obtener la libertad condicional.

El 4 de octubre de 2007, el Comité de Apoyo a los Presos Políticos Mapuche Leftraru había dado a conocer laa denuncia de tortura suscrita por Roberto Painemil Parra, recluído en la cárcel de Lautaro. El comunero denunció haber sido torturado con el objeto de inculparse de porte de armas y de involucrar a Héctor Llaitul en el atentado incendiario que tuvo lugar en el fundo Las Praderas de Cholchol (de Forestal Mininco) en diciembre de 2006.

Roberto Painemil imputado por esos hechos sólo contaba entonces con un defensor público, que no realizó gestión alguna por su defendido durante todo el año 2007. La jueza de garantía de Nueva Imperial, Karina Rubio formalizó a Llaitul considerando las declaraciones de Painemil obtenidas –como se sabe ahora –bajo tortura y presión.Painemil formuló su denuncia luego que el fiscal del caso sostuviera que no hubo ninguna irregularidad ni en su detención ni durante la investigación.

El preso alegó que luego de ser torturado por varios horas en las que lo tuvieron descalzo y lo obligaron a firmar documentos redactados por los interrogadores y entregados a la fiscal Vania Arancibia, "me pasaron unos zapatos que no eran los míos y me hicieron pasar a la fiscalía y ahí me mostraron fotos y me hicieron reconocer a la fuerza, personas que yo nunca he visto, como el caso del peñi Héctor LLaitul que hoy se encuentra preso en Angol, a quien no conozco y me obligaron a decir que si lo conocía".

En la carta Painemil afirma que su detención fue practicada por un grupo civil – según informó la prensa local en su momento se trata de una "Junta de Vigilancia" formada por el mayor de carabineros de la Cuarta Comisaría de Nueva Imperial, Jorge Aguirre. Sólo después de algunas horas fue entregado a carabineros. El estaba en su camioneta cuando fue rodeado por un grupo de civiles que "me decían andas robando, eres un ladrón; revisaron mi camioneta y dijeron 'aquí hay armas'. Yo nunca anduve con armas y ahí me tenían, ellos andaban todos armados con escopeta, rozón y palos.

Y por fin llamaron a carabineros."En el retén de Cholchol fue torturado física y sicológicamente para que reconociera participación en los hechos que se le imputaban:"Después me iban a buscar otra vez y me llevaban a otro rincón del patio, me torcían los brazos y me decían que cooperara con la justicia. Luego me volvían a meter en el calabozo, me sacaban fotos, me filmaban, después me sacaron otra vez y me encerraron en el baño que estaba cerca del calabozo, ahí quedé con uno solo que me empezó a palmetear en la cara.

Eran como 6 o 10 personas que me tenían castigándome, venían unos después de otro y así me encerraron como tres veces en el baño, era un baño chico y una vez trajeron como una maquinita, no sé bien lo que era, pero tenía unos cables y me la mostraban y me dijeron ¿usted sabe lo que es esto? Yo tenía mucho miedo tiritaba, me decían que hablara o me iban a fundir en la cárcel y mi familia la iba a pasar muy mal. Ellos corren peligro, me decía uno. Yo vivo con mi mamá y papá, ellos son personas mayores, mi mamá está enferma, me decían que iban saliendo a mi casa y que iban a amarrar a mi mamá, la iban a esposar y a mi papá igual.

"Painemil sostiene que su declaración inculpando a Llaitul fue fabricada por sus torturadores, que le dijeron que si nombraba a dos o tres personas, lo dejarían en libertad. "Nombré a mi primo Ernesto Chachallao, no sabía a quien nombrar…Me tenían en el patio y uno anotaba lo que yo tenía que decir y era pura mentira pero yo quería salir luego de ahí, entonces les dije que sí, ahí me dijeron que encontraron un arma en mi casa y yo nunca tuve arma, me decían que tenia que decir que "Sergio" me la pasó o me iban a castigar de nuevo. Habían dos personas que escribían lo que ellos querían y ahí me dijeron que firmara no más y yo firmé".La declaración de Painemil había sido entregada en enero de 2007 al Observatorio de Derechos Indígenas.

El defensor público del comunero, Jaime López, no realizó ninguna gestión por su defendido durante todo el año que permaneció encarcelado Painemil, es decir en ese período no pidió la libertad bajo fianza ni tampoco que se investigaran los hechos de tortura denunciados por Painemil. Contar con abogados de derechos humanos fue clave para que el tribunal oral anulara todo lo obrado anteriormente por la justicia y absolviera al comunero de la acusación fraguada por carabineros y la Fiscalía.

- Lucía Sepúlveda Ruiz

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