Opinión y Convocatoria personal ... Yo firmo por la Nacionalización del AGUA ....

CLAMOR por el AGUA
Movimiento Ciudadano AUTONOMO por la Nacionalización del AGUA.
← Iniciando el diálogo ciudadano →
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Quienes suscribimos esta carta, formamos parte de la inmensa mayoría que clama por la “NACIONALIZACIÓN del AGUA” en nuestro país.
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Somos clamor de pueblo, somos clamor comunitario, somos indignación ética frente a la apropiación devastadora y depredadora del agua, ese bien comunitario usurpado indebidamente por las trasnacionales y los grupos económicos locales.

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Esta larga y angosta faja de tierra sangra agua. Ya sea en la Patagonia o en el norte minero en el Valle de Huasco, ya en el secano costero o en el Wallmapu Mapuche, hay signos similares de apropiación dolosa del agua en desmedro del uso local comunitario, ese uso del que pende frágilmente la VIDA.

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Nacionalizar el AGUA significa construir una mesa de diálogo en donde todas las necesidades vitales, excluidos los intereses cortoplacistas y mezquinos, sean escuchadas. Sería desde este espacio de intercambio donde se definiría dialógicamente los alcances precisos de lo que debiésemos entender como “Nacionalización del AGUA”.

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Nacionalizar el AGUA significa reformar las leyes en beneficio del uso sostenible del agua por parte de las comunidades. Que sean estas las que puedan definir democráticamente y en primera instancia los usos sustentables del agua. Para que ello fuese posible, se haría imprescindible establecer nuevas primacías legales del uso local del agua por sobre otras leyes, como la Eléctrica, que en reiteradas ocasiones ha co-ayudado a imponer proyectos avasalladores a lo largo del país.

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Más allá de nuestras preocupaciones locales, el tema del agua es decisivo para el futuro de la humanidad y es desde esta perspectiva y en pro del acceso equitativo de las comunidades, no caben sino conceptos como el uso sustentable y la solidaridad, en la base de las actitudes de un consumo que quiera plantearse como consciente. Necesitamos de manera urgente refundar nuestra cultura en torno a los derechos, el consumo y la protección del agua. Es por lo anterior que esta lucha se hermana con actitudes vitales de consumo consciente en nuestros cotidianos y es esta oferta de coherencia un elemento imprescindible de quienes subscribimos este clamor.
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Exigimos la moratoria de TODOS los proyectos que a lo largo del país, ponen en peligro las necesidades vitales del agua comunitaria o la destrucción masiva innecesaria del vital elemento en ecosistemas aún no habitados por el ser humano. Todos los proyectos deben ser revisados tras la Nacionalización del AGUA.

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Las firmas que se adjuntan serán utilizadas única y exclusivamente para exigir la nacionalización del vital recurso y serán presentadas en TODAS las instancias donde sean recibidas como expresión ciudadana libre y autónoma.

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Claudio Escobar Cáceres – http://patagonia-rebelde.blogspot.com/
TU FIRMA ES AGUA DE VIDA
Devolver tu firma a:
YO FIRMO POR LA NACIONALIZACION del AGUA
newencec@gmail.com

TÓPICOS SIGNIFICATIVOS RESPECTO DEL TEMA:

1) Durante el régimen militar, concretamente el año 1981, se crea el Código de Aguas, código, cuyo marco jurídico define de forma simultánea al agua como un bien nacional de uso público y también como un bien económico, lo que en rigor se traduce en la “autorización oficial” que da inicio a la privatización del agua.
2) Con la privatización de las aguas, se separa la propiedad del agua del dominio de la tierra, creándose el mercado de las aguas, mercado que a través de la compra y venta de derechos de agua, deja en la indefensión absoluta a las comunidades, las que ven como sus recursos hídricos se desvinculan de su territorio. El Código de Aguas dio origen a dos categorías de derechos de uso de aguas. Consuntivas y no Consuntivas. La diferencia entre ambos derechos dice relación con el compromiso de devolver un caudal al río. El derecho consuntivo es aquel derecho de consumo de aguas que no se reutiliza superficialmente, al revés, el derecho no consuntivo devuelve las aguas a los ríos.
3) Por todo ello que de esta manera se ha hipotecado nuestra soberanía y gobernabilidad: en Chile más del 85% de los derechos de agua de uso Consuntivo se encuentran en manos del sector agrícola, en Chile más del 83% de los derechos de agua de uso No Consuntivo se encuentran en manos de ENDESA-ESPAÑA.
4) El “aporte” de la Concertación al problema.
Una mención especial amerita la situación del agua potable en nuestro país. En Chile son las denominadas empresas Sanitarias las responsables de proporcionar el agua potable a los ciudadanos del país, empresas que durante los procesos privatizadores impulsados por los gobiernos de la concertación, fueron traspasadas a grandes consorcios nacionales e internacionales, hoy grupos económicos como los Solari, Luksic, Vicuña y León, además de Anglean Water, Thames Water del Reino Unido, Iberdrola de España, y Suez Lyonnaise Meaux, este último propietario de Aguas Andinas, controlan prácticamente el 100% del agua potable que se consume en los hogares Chilenos.
5) El proceso de liberalización a ultranza que han experimentado los recursos hídricos nacionales, ha erosionado de forma irreversible el acceso a un recurso considerado como un bien de uso público, el mercado de las aguas y su afán especulativo ha provocado una enorme presión sobre las cuencas, afectando en algunos casos de forma irreversible los caudales ecológicos, las políticas públicas implementadas a través de la institucionalidad vigente han favorecido la gestión de los recursos hídricos en base a criterios de mercado, lo que ha favorecido la concentración de derechos de agua en el sector agroexportador y en el sector generador de electricidad, en este último caso, concentrado en una sola gran transnacional, es decir, ENDESA-ESPAÑA.
6) Valdivia, Pascua Lama, Celulosa Nueva Aldea, la Farfana, río Baker, geysers del Tatio, Caimanes, cuentas desmedidas en el consumo de agua; son todos conflictos que nacen de la política del gobierno de escuchar y servir a las transnacionales, y de desdeñar la vida de nosotros, los pequeños. Es la Concertación quien ha entregado más del 90% de nuestras aguas superficiales a las empresas que contaminan y destruyen todos nuestros recursos. Las transnacionales prometen desarrollo local, pero ya no nos engañamos, hemos visto cómo después de que explotan los recursos, se marchan, dejando una ola de contaminación, de abandono y de descomposición social.
7) Por intervención de la gran minería y la gran agricultura, a Copiapó hoy le quedan 7 años de agua, todos los ríos del norte están secos, hasta el valle del Huasco, donde hoy quiere instalarse Pascua Lama y el proyecto el Morro. Los agricultores del valle del Elqui no quieren que se tomen muestras de agua en los ríos, porque después de 20 años de funcionamiento de la mina El Indio, saben que los resultados demostrarán contaminación; en Antofagasta hay niños plomo, en la bahía de Chañaral la toxicidad está a la orden del día, en el sur mueren los cisnes, desaparece el lawen mapuche, se talan los bosques nativos porque para las empresas esos son "terrenos improductivos", y el progreso devorador de occidente tiene que hacerlos producir. Pinos y eucaliptus atraviesan todo nuestro suelo, chupando el agua que las comunidades ancestrales ya no pueden beber.

(Fuente: Atina Chile)